Estaba en la planificación comenzar a sumar las unidades después de estrepitosas caídas tanto en casa como de visita, contra Oriente Petrolero (1-4), Aurora (0-2), The Strongest (9-1) y Guabirá (0-1), resultados que al final lo tienen relegado en la tabla de posiciones del Grupo “B”, pero esta vez el resultado les favoreció y cayó como una inyección anímica, debido a que los jugadores venían con los brazos en el piso.
Sergio Apaza había planteado cambios en el once que regularmente jugaba, hizo una buena lectura de juego, pero también insistió en la parte anímica convenciendo a los jugadores que el torneo puede ser para ellos, tomando en cuenta que la lucha por el primer puesto sigue y que recién se jugaron cinco fechas.
Nacional Potosí por su lado hizo gala de sus características de juego bajo la dirección técnica de Víctor Hugo Andrada, quien presentó un esquema con poder ofensivo pero sin descuidar la defensa del equipo, sistema que les dio el resultado deseado en la primera mitad de juego, aunque estuvieron apunto de abrir el marcador, pero Luis Lugo estaba atento para cualquier contratiempo de los locales.
En el segundo tiempo el partido fuer más reñido aunque las fricciones entre los jugadores también estuvo a la orden del minuto, por lo que el árbitro cruceño Henry Montaño se vio obligado frenar en seco y mostrar varias tarjetas amarillas que derivó tres expulsiones, dos de la visita y uno de los locales.
Rafael Segovia, a los 72` y Raúl González, a los 75`, dejaron con dos hombres menos a Nacional Potosí, las expulsiones les quitó fuerza al elenco que al final tuvo que quedarse en su sector, pero sin resignarse, tuvo la opción de anotar un tanto pero el arco se les había cerrado.
En tanto que Carlos Molina, dejó el campo de juego a los 87 minutos después de ver la segundo cartón amarillo por juego fuerte.
Los goles llegaron en el segundo tiempo, el primero fue convertido por Juan Pablo Sánchez, a los 51` tras una escapada desde el medio terreno el jugador recibe la pelota y sin dudar manda el balón al fondo del arco del rival.
A los 72 minutos Carlos Molina, quien había ingresado en el segundo tiempo les da la alegría a los pocos aficionados, aunque minutos después el futbolista salió expulsado, pero la conquista convertida hace olvidar que perjudicó a su plantel.
Dos goles que levanta el ánimo de los jugadores, que ahora tendrán mucho más tiempo para corregir errores tomando en cuenta que a partir del lunes el seleccionado boliviano concentra en La Paz y se parará el torneo liguero.
