El plantel orureño lleva cuatro partidos disputados y ningún triunfo, sus posibilidades empiezan a desvanecerse y los reclamos aumentan sobre los jugadores. San José gozó de ocasiones para llevarse una victoria, pero el plantel ingresó a la cancha con la mira desviada y los remates iban sin destino.
El retorno de Joaquín Botero al plantel titular venía acompañado por el antecedente de que ya le convirtió goles de Bolívar con la camiseta de la “V” azulada, esto aumentó la expectativa y el estadio Jesús Bermúdez estuvo lleno de público deseoso de ver goles, sin embargo las ganas desaparecieron ante cada acercamiento fallido. Los arcos se cerraron para ambos elencos.
Miguel Loayza volvió a ser una pieza clave en la formación de San José, inquietó con disparos de larga distancia y los jugadores de Bolívar no se quedaron a observar como el local se asomaba a su pórtico así que devolvió el ataque. A los 26 minutos un gol de José Alfredo Castillo fue anulado, el retorno a la titularidad desde el principio sirvió de motivación para el jugador aunque le faltó el gol. La jugada fue invalidad porque William Ferreira cometió una falta antes de enviar el pase a su compañero.
En el complemento Castillo aumentó los intentos de gol para Bolívar esta vez su remate se estrelló contra el travesaño en una jugada que pudo cambiar el rumbo del compromiso, como habría sucedido con la situación desperdiciada por el mediocampista Rolando Ribera quien recibió el balón delante del arquero Marcos Argüello y ante la salida de éste apresuró su disparo que fue muy desviado.
La defensa de Bolívar estaba adelantada tratando de apoyar al mediocampo y a la delantera, esto fue aprovechado por los santos que a puro pases largos a espaldas de los zagueros intento convertir goles y la velocidad de Juan Maraude era importante para desequilibrar las cosas. El delantero argentino debutó oficialmente en San José y su estreno no fue el esperado frente a sus antecedentes de goleador en torneos de la Liga.
El argentino Damián Lizio recibió la responsabilidad de controlar los ritmos de ataque del equipo, una tarea que no la cubrió a cabalidad y esto fue aprovechada por los rivales para recuperar la pelota y lanzarse con todo hacia el área bolivarista.
Los cinco minutos finales del partido la Academia jugó con un jugador menos por la expulsión de Pablo Frontini quien evitó con la mano que el balón llegue a Maraude, quien estaba con un buen perfil cerca al área del adversario.
Sin Frontini los jugadores de San José aumentaron la presión para conseguir el anhelado gol y no pudieron mover a la línea defens
